I – PERRO BLANCO
Cinosarges
el perro blanco o el perro veloz…
Una de las manifestaciones más extremas de la filosofía,
Una de las más incomprendidas.
Por Isaac "Ruso" Goldemberg
Cinosarges identificaba en la antigua Grecia un comportamiento, un sobrellevar la vida, hoy fijado en la memoria de Occidente por el recuerdo de Antístenes y Diógenes; Ambos, kinicós. La radical libertad y desvergüenza fueron los medios utilizados por la escuela del cinismo, al enunciar las tradiciones y los modos de vida sociales desdibujando –a su vez- esos tediosos idealismos que los erguían moralmente. Cuenta el relato que Diógenes debió abandonar Sinope porque Delfos decidió que su vida consistiera en invalidar la moneda. ¿Refiere esto a una metáfora o es la consigna cínica por antonomasia? El caso es que Diógenes no dudó en abocar sus días a la misión de estropear monedas con un punzón.
La mayor parte del corpus cínico es conocido hoy mediante anécdotas; no es extraño el valor performático cuando el radical apego al pensamiento es hábito no funcionarizado, no mercantilizable, no capitalizado. Así, Antístenes no admitía discípulos y llegó a apartar a Diógenes con un bastón; Pero cuando a Diógenes ofreció Alejandro Magno que le pidiese lo que deseara, Diógenes contestó: “que te corras, que no me quites el sol”. Y solía masturbarse en el Ágora mientras repetía: “ojala fuese tan fácil librarse del hambre, frotándose la tripa”.
El trabajo de Federico Brega Baytelman aborda desde una lucidez muy intelectualizada la sutil divisoria entre la obra de arte y el diseño de una obra como obra de arte. Vale decir: la obra irruptora / rupturista, y su adopción como estereotipo más que como producto de un contexto material disciplinar. Esto, sumado a la permanente cita tautológica y la recurrencia a la historia del arte, hacen su obra tan transgresora -por su dejo cínico, más que irónico- como hermética. Pero a ambos yugos rehuye, liberada por un dramatismo pictórico que la aparta de quedar entrampada en ese minimalismo que tan bien cita la elegancia de diseño en su montaje.


Y bien, si no es minimalismo, ni es expresión pura de la materialidad pictórica; si no es la réplica de la aniconicidad devenida hito visual docto ni su prolongación como inocente formalismo de resistencia: ¿De qué bautizar a este tipo de trabajo que realiza Brega?
Esa es su ganancia.
II – SIN NOMBRE
En la obra de Brega, el discurso artístico se hace obra de arte, mientras enuncia su desvalor al legitimarse como tal. Más que redentora, desmitificadora, la obra de arte en Brega asume como condición de base el ingreso al ámbito de diseño y la funcionalidad del discurso de arte de resistencia. Desde allí plantea su corrimiento, su lenguaje diferido.
En obras como De Siberia al Volga y del Volga al Danubio, y viceversa o en Tres problemas en


En medio de la espectacular caída de la gran épica moderna enunciada mediante la estética revolucionaria del fracasado proyecto totalitario constructivista, se ve el desgarro del significante arte rebasado por la historia y reducido a una vacuidad que lo hace intercambiable, consumible. Signo del arte emancipado, llevado hacia la estética minimalista, deviene el trayecto de la historia de un medio, su simulacro. Y en obras como “Ex Solem In Umbras” se llega al extremo de contagiar hasta el propio registro de obra, modo de circulación post mortem, con el plástico que envasa al verosímil y lo de-vuelve a su condición de objeto vez tras vez, no sin capturar al circuito artístico mismo en este vértigo hacia el irreducible mercado. Y preguntamos, entonces ¿Acaso existe la posibilidad de pretender la no disolución del campo de producción en la maquinaria global del arte contemporáneo?

I – UNA PROPUESTA DE DOBLE FILO: ENUNCIAR EL ARTE
Luego de obras como "Cortos para la educación estética del hombre", donde se nos enseña a realizar en breves pasos un video-arte conceptual de resistencia y por encargo, quedamos involucrados en un diálogo que nos invita a reparar en el show de la racionalidad hablando su propia denigración. Y esto no sólo ocurre interpelándonos como animales culturales sino también soslayando esa extrañeza que bien queda plasmada en obras como el video-registro de las lecturas de las Tesis de


Una densidad dramática en Brega liquida y disuelve el enhebrado del relato imposible, descompuesto en básicas unidades narrativas de una gramática visual que se levanta en su mutismo, como gesto dudoso y siniestro –animalezco, pero plástico, tan pedestre como serial. El gesto de la duda permanente y radical enunciada como principio de cada oración que rece arte hoy.-
hola estoy sin telefono, mi correo es javiera.leonca@gmail.com
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